Moscas

Verano y moscas: Cuidemos los caballos

Estos pequeños insectos, aparentemente inofensivos, pueden convertirse en una verdadera pesadilla
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Con la llegada del verano, los días se alargan y las actividades al aire libre se intensifican, ofreciendo un entorno ideal tanto para jinetes como para caballos. Sin embargo, también aparecen invitados indeseados: las moscas. Estos pequeños insectos, aparentemente inofensivos, pueden convertirse en una verdadera pesadilla para nuestros equinos si no se toman las medidas adecuadas.

Más que una molestia: riesgos reales

Caballos estresados
Incomodidad, pasan todo el día espantando las moscas

Las moscas no solo generan incomodidad, sino que pueden provocar consecuencias más serias en los caballos: estrés continuo, heridas por el rascado excesivo e incluso infecciones en zonas delicadas como los ojos, las orejas o el abdomen. La constante agitación del animal intentando librarse de ellas repercute directamente en su descanso, su concentración durante el entrenamiento y, en definitiva, en su rendimiento general.

Protección textil: mantas antimoscas

Uno de los recursos más efectivos para combatir esta amenaza estival son las mantas antimoscas para caballos. Fabricadas con tejidos ligeros y transpirables, permiten una excelente ventilación incluso bajo el sol, lo que las hace ideales para el uso diario.

Estas mantas no se limitan a cubrir el lomo: muchas de ellas incluyen protección adicional para el pecho, el vientre o el cuello, ofreciendo una cobertura casi total sin interferir en la movilidad del animal. Esta combinación de protección y comodidad es clave para preservar la salud y el bienestar del caballo durante los meses más cálidos.

Mosqueros: defensa para la cabeza

La cabeza del caballo, especialmente alrededor de los ojos y las orejas, es uno de los puntos preferidos por las moscas. Aquí entran en juego los mosqueros, mallas ligeras que se colocan sobre la cabeza del animal sin limitar su visión ni causarle molestias.

Su uso resulta fundamental para complementar la manta antimoscas, protegiendo las áreas más vulnerables y asegurando que el caballo pueda descansar y trabajar con tranquilidad.

El Mosquero evita la incomodidad de las moscas sobre todo en los lagrimales

Cuidar el entorno: un paso esencial

Además de proteger directamente al caballo, es imprescindible mantener un entorno lo más libre posible de insectos. Para ello, se recomienda:

  1. Retirar con frecuencia el estiércol y los restos de comida, principales focos de atracción de las moscas.
  2. Instalar trampas o cintas adhesivas en puntos estratégicos de la cuadra o el establo.
  3. Mejorar la ventilación y limpieza general del entorno del caballo.
estiercol
Evitar dejar estiercol en las cuadras, cuando esten encerrados.

Proteger a los caballos de las moscas en verano no es solo una cuestión de confort: es una parte esencial de su cuidado. Implementar medidas de prevención adecuadas, tanto a nivel físico como ambiental, marcará la diferencia en su bienestar general, reduciendo el estrés y favoreciendo un mejor rendimiento en todas sus actividades.