
Juan Miguel Riaza: victorias, alumnos y un gran desafío en Jerez
En el Centro de Alto Rendimiento CEZAR, en Zaragoza, la lluvia golpea sobre la pista al aire libre. A lo lejos, la figura de un jinete no se inmuta: sigue trabajando con calma, atento a cada movimiento de su caballo. Es Juan Miguel Riaza, y quienes lo conocen dicen que pasa más tiempo a lomos de un equino que caminando sobre la tierra. Medio profesor, medio centauro, combina la enseñanza con la competición, y en ambas facetas transmite la misma entrega. En CEZAR, si lo encontramos a pie, suele ser porque está impartiendo clase. La pasión por enseñar es tan fuerte como la que siente al competir. Pero la mayor parte del tiempo, como ocurrió esta tarde de agosto, lo veremos entrenando, concentrado, sin que ni la lluvia ni el cansancio alteren su rutina. Desde el suelo, su compenetración con los caballos resulta hipnótica: lo difícil parece fácil, lo exigente parece natural.

El doblete de Segovia
En marzo, en el Concurso Internacional de Equitación de Trabajo de Segovia, Riaza dio un golpe de autoridad en la categoría Iniciados Territorial. Conquistó el primer y segundo puesto con dos caballos lusitanos: Príncipe Sol y Police Sol.
En las pruebas de Doma, Manejabilidad y Velocidad, fue alternando posiciones con sus monturas hasta firmar un doblete histórico. Aquella actuación tuvo un eco inesperado: el campeón del mundo, el portugués Gilberto Filipe Silva, adquirió a Príncipe Sol y, además, selló un acuerdo para formar personalmente a Riaza de cara a su incorporación al equipo nacional español.
El segundo caballo de aquella hazaña, Police Sol, quedó en manos de la joven amazona Beatriz Lama, aunque continúa bajo la batuta de Riaza, quien prepara a su joven dueña y caballo para nuevas citas.

Maestro y referente de jóvenes jinetes
Pero el legado de Riaza no se mide solo en trofeos. En CEZAR entrena a un grupo de alumnos que ven en él un espejo y un guía. Entre ellos, destaca Beatriz Lama, de apenas 16 años, decidida a competir pronto a nivel nacional e internacional.
“Para mí es una gran satisfacción cuando uno de mis alumnos comienza en las competencias”, dice Riaza, con la serenidad de quien disfruta tanto de la victoria propia como de la ajena. Y añade: “La equitación de trabajo es una disciplina joven en España, pero muy completa. Exige una compenetración única entre jinete y caballo, y cuando alguien la ve, queda cautivado”.

Camino a la Real Escuela de Jerez
El próximo gran desafío de Riaza será en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre de Jerez, donde del 12 al 14 de septiembre se celebrará el Concurso Internacional WAWE y el Concurso Nacional de Equitación de Trabajo. Allí competirá nuevamente con Police Sol y Narcótico Sol, dos caballos que ya despiertan expectación por el binomio que forman junto a su jinete.
Para Riaza, la cita no es solo un campeonato más. Es un paso decisivo en su objetivo de llegar al Campeonato del Mundo y vestir los colores de España en el equipo nacional. Una meta ambiciosa que compagina con la responsabilidad de formar a la próxima generación de jinetes. «Me siento un privilegiado en poder desarrollar mi carrera, aquí en Cezar, Enrique Hernandez su director , me ha dado toda su confianza por lo que estoy tremendamente agradecido, al igual que a todo el equipo de profesionales con el cual tengo el gusto de trabajar. Esto es un lujo, que no en todos los lugares se puede tener», nos comenta Riaza.

Ver a Juan Miguel Riaza en acción es entender por qué algunos lo llaman medio centauro. Su entrega no se limita a competir: enseña, forma y transmite una pasión que va más allá de los resultados.
En Jerez, bajo los focos de la Real Escuela, se pondrá a prueba nuevamente. Pero quienes lo han visto entrenar bajo la lluvia como nos pasó esta tarde, sabemos que, gane o no, Riaza seguirá cabalgando con la misma determinación, construyendo un camino que lo sitúa ya entre los grandes nombres de la equitación de trabajo en España.