Marcos Redondo: un sueño a caballo entre España y México

Portada » Marcos Redondo: un sueño a caballo entre España y México

Hay sueños que nacen en silencio, sin que uno lo sepa. Así le ocurrió a Marcos Redondo Sanz, un joven de 21 años nacido en Zaragoza, que creció entre el sonido de los cascos sobre la tierra y el eco de la música que siempre acompañó a su familia. Sin darse cuenta, el caballo ya formaba parte de su vida mucho antes de que él mismo lo decidiera.

Mi padre, Jesús, montaba, y yo me crie viéndolo, respirando ese mundo sin entender que un día también sería el mío”, recuerda Marcos con una sonrisa que mezcla nostalgia y gratitud.

Mexico españa
«Mi padre, Jesús, montaba, y yo me crie viéndolo, respirando ese mundo sin entender que un día también sería el mío«.

Fue su padre quien le inculcó la pasión, y un amigo de su abuelo, Antonio Sopeña, ex picador de toros,  quien le enseñó los secretos del oficio. Y más tarde su paso por la hípica CEZAR, en Zaragoza, donde comenzaron a darse las “diosidencias” para estar hoy en Mexico.

«El Rocio» y el origen del galope

Marcos tiene claro cuando hizo el “click” con los caballos, y asi lo relata de una manera franca y con mucha ilusión: Un día voy a El Rocío, en Huelva, y aquella romería, con jinetes cabalgando entre arena y devoción, fue un punto de no retorno. Ver a gente de mi edad montando bien a caballo me marcó. Yo quería eso. Sentí una libertad que no te da ningún otro animal. Ahí supe que el caballo sería mi compañero de vida. Nos cuenta en la video llamada.

EL ROCIO
Un día voy a El Rocío, en Huelva, y aquella romería, con jinetes cabalgando entre arena y devoción, fue un punto de no retorno

De vuelta a Zaragoza, el veneno del caballo ya corría por sus venas. Comenzó a entrenar, a aprender con rigor, a entender que la equitación no era solo montar, sino sentir, respetar y comunicar con el animal. Su hobby se transformó en vocación, y hoy en un modo de vida.

La suerte de los valientes

El destino —o quizás la suerte de los valientes— quiso que un compañero de la hípica, Mao Liria, le presentara a Diego Niembro, un hombre que cambiaría su rumbo para siempre.

Diego Y Marcos
Con Diego, amante de los caballos, la cultura y la tradición, dirige la Hacienda El Salitre, un rincón mágico en Querétaro, México


Diego, amante de los caballos, la cultura y la tradición, dirige la Hacienda El Salitre, un rincón mágico en Querétaro, México, donde el alma del campo mexicano se funde con la elegancia del mundo ecuestre.

Me vine a México con 21 años y una maleta llena de ilusiones. No sabía lo que me esperaba, pero sabía que quería aprender y vivir algo grande”, confiesa Marcos.

Y lo que encontró fue una familia, una tierra nueva que le abrió los brazos con su hospitalidad y su amor por los caballos. “Aquí somos muy parecidos, españoles y mexicanos. Tenemos esa pasión por la vida, por celebrar, por los animales, por la música. Me siento en casa.”

La Hacienda El Salitre

Charro
Marcos recorre el rancho al amanecer, saluda a las yeguas, revisa los potros, prepara los caballos que luego se presentarán ante el público

En El Salitre, los días comienzan temprano. Marcos recorre el rancho al amanecer, saluda a las yeguas, revisa los potros, prepara los caballos que luego se presentarán ante el público. Porque en esta hacienda, el caballo no es solo trabajo, es arte, es espectáculo, es emoción viva.
Mientras los comensales disfrutan de la gastronomía del restaurante, los jinetes presentan números ecuestres que emocionan a todos. “A la gente le encanta. Estás comiendo, y de repente aparece un caballo danzando frente a ti. No hay mejor manera de sentir lo que somos: cultura y pasión.”

La Hacienda El Salitre es un lugar de otro tiempo. Sus muros de piedra conservan el espíritu de las antiguas haciendas mexicanas, pero su aire moderno y elegante la convierte en un destino único. Hay una plaza de toros, espacios para espectáculos ecuestres, un hotel con 16 habitaciones y el alma vibrante del campo mexicano. Todo late al ritmo del caballo.

EL Salitre
La Hacienda El Salitre, sus muros de piedra conservan el espíritu de las antiguas haciendas mexicanas

Aquí aprendo cada día algo nuevo. No solo de equitación, sino de la vida, del trabajo, del respeto al animal, del trato con la gente. Diego me cuida como a un hijo y me enseña lo que significa vivir con pasión”, dice Marcos, con ese brillo en los ojos que solo tienen los que están donde deben estar.

Un corazón que cabalga al compás de la música

Pero no todo en su vida son riendas y monturas. La música también corre por sus venas. Su padre, su hermana y su abuelo fueron músicos, y para él, la música es una extensión del alma. “Cuando entreno con música, todo cambia. Me motiva, me hace sentir el arte, la emoción, el ritmo del caballo.”

Mexico
Marcos no duda: sueña con tener algún día su propia hacienda, donde se unan sus tres pasiones —los caballos, la música y la hospitalidad—.

Y mientras mira hacia el futuro, Marcos no duda: sueña con tener algún día su propia hacienda, donde se unan sus tres pasiones —los caballos, la música y la hospitalidad—.
Me gustaría crear un lugar donde la gente venga a disfrutar, a comer bien, a sentir el arte del caballo y la alegría de la vida. Un lugar que deje huella, como lo hace El Salitre.”

A sus 21 años, Marcos Redondo representa esa nueva generación que no teme cruzar fronteras para seguir su vocación. Su historia es la prueba de que el mundo del caballo no solo enseña disciplina y respeto, sino también a perseguir los sueños con las riendas bien firmes y el corazón abierto.

Porque, como dice él, “cuando tu hobby se convierte en tu trabajo, nunca es un trabajo… es tu vida.”